jueves, 12 de noviembre de 2015

NOVEDADES DE LA CUPULA PARA NOVIEMBRE



La Navidad debe celebrarse sí o sí. Los ciudadanos deben sonreír, cantar villancicos, zampar turrones e intercambiar regalos que garanticen su felicidad. Recuerden que se aplicará un control jurídico para calibrar la relación deseo-satisfacción. Ni se les ocurra regalar mierdas.

En resumen: las fiestas están reglamentadas y son obligatorias por decreto ley, pero las Brigadas de Amigos Juerguistas han detectado células de resistencia dispuestas a cuestionar el poder. Una minoría de gruñones y amargados a los que el presidente de la república está dispuesto a poner freno con lluvias de confetis, matasuegras, una dieta de pavo relleno y castañas asadas y hasta una conga multitudinaria si es necesario. Todo aquel que persevere en la tristeza o se atreva a estornudar en público se arriesga a acabar confinado en un campo del buen humor.

Tronchet, gran cardenal del humor francés, nos ofrece una historia absolutamente desquiciada pero mucho más seria de lo que parece. Una sátira política donde las fiestas de guardar se han convertido en presas de contención para la libertad de los individuos. Ha empezado la contienda. ¡Felices fiestas! Didier Tronchet se reveló como una de las mentes más subversivas de finales del siglo XX… antes de confirmarlo a principios del XXI. Con un estilo muy personal explora todos los tipos de humor tanto en cómic como en literatura. Sus obras más famosas son Raymond Calbuth, serie de delirantes miniepopeyas protagonizadas por una pareja de franceses medios, y Jean-Claude Tergal, cuyo protagonista fue adaptado al teatro y al cine. Además de haber conquistado al público con su peculiar sentido del humor, Tronchet también es capaz de componer obras más serias y poéticas. El autor alcanza una cima del humor inteligente con este Navilandia, brillante, desternillante pero también inquietante visión de una sociedad condenada a la celebración constante.


Cómo ganar amigos e influir en las personas. Descubre tus zonas erróneas. Viaje al optimismo. El arte de no amargarse la vida. Reinventarse y emprender. El poder del ahora… ¡A la hoguera con los libros de autoayuda!

Porque ya está aquí, ya llegó, por ahí viene Mr. Natural, nuestro gurú personal favorito, el único místico capaz de meditar profundamente sobre la condición humana mientras se echa una cabezadita.
Estas páginas contienen filosofía auténtica, trascendencia de la buena y revelaciones de altura. Las Sagradas Escrituras del profeta del underground dicen que de esta vida no se salva nadie pero que lo bailao no te lo quita ni dios. O lo que es lo mismo: que se acabó la tontería. ¡Buen karma!

Hablar de Robert Crumb (Filadelfia, 1943) es hacerlo de uno de los autores más influyentes de la modernidad. En su bibliografía abundan personajes clásicos como el gato Fritz, proyectos titánicos como una adaptación del Génesis bíblico, delicias románticas como El gran libro Yum Yum y juegos matrimoniales a cuatro manos como ¡Háblame de amor!, en colaboración con su esposa Aline Kominsky-Crumb.

Desde que en los años 60 empezase a dar muestras de un talento sobrenatural para el dibujo que pronto le consagraría como pope del underground norteamericano, Crumb no ha dejado de entregar un sinfín de páginas donde la comedia irreverente, el furor neurótico y la angustia existencial trabajaban aliados para una autobiografía en construcción constante. Hoy su obra ha trascendido el ámbito del cómic y es reconocido por autores de todas las disciplinas, museos de arte moderno le rinden homenaje y su personalidad incorruptible llegó a dar pie a una película documental producida por David Lynch que llevaba su nombre por título.

En la actualidad vive en familia en el sur de Francia, abrigado por una espléndida colección de discos de pizarra.


Si hay dos personas importantes en la existencia de Maggie Chascarrillo, ésas son Hopey y Ray. La primera, su amiga del alma, está haciendo ahora esfuerzos por integrarse en su nuevo trabajo como auxiliar de maestra. El segundo, su ex de toda la vida, no se la quita de la cabeza mientras da tumbos al son de Viv, voluble aspirante a actriz que lo trae por el camino de la amargura. La verdad es que en La educación de Hopey Glass todos andan algo despistados. Entre otras cosas porque han empezado a echar la vista atrás.

El autor de Locas y Chapuzas de amor firma otra obra maestra donde la ficción se hace indistinguible de la vida misma.

Jaime Hernandez nació en 1959 en Oxnard, California, donde creció en compañía de su hermana y sus cuatro hermanos, en el seno de una familia de inmigrantes mexicanos. El interés por los cómics le fue transmitido por la afición lectora de su madre, que le descubrió la obra de autores hoy clásicos como Jack Kirby o Steve Ditko y las tiras de prensa Archie y Peanuts. La revista Mad le abrió los ojos a lo satírico, pero la verdadera revolución interna le llegó cuando uno de sus hermanos trajo a casa un ejemplar de Zap Comix, la mítica revista de Robert Crumb. A esa atracción por el cómic underground se sumaría la eclosión en Los Ángeles, a finales de los años setenta, de una escena punk rock que iba a impregnar los guiones y los dibujos de Jaime de ideales anárquicos y referencias populares, todo ello incorporado a un microcosmos de personajes realistas y definidos más allá de cualquier cliché. En 1981, junto a sus hermanos Beto y Mario, fundó la revista Love & Rockets, un soporte amateur en el que publicar sus historietas que treinta años más tarde sigue en activo, considerado uno de los títulos más importantes del cómic post underground de las últimas cuatro décadas y cosechando multitud de premios en todo el mundo.


Púrpura, blanco y verde. Tres colores representan a la National Women’s Social and Political Union, una liga de mujeres extraordinarias que lucharon por conquistar derechos humanos que en el contexto rígido y clasista de la Inglaterra eduardiana brillaban por su ausencia.

Sally Heathcote es una trabajadora doméstica al servicio de Emmeline Pankhurst, una de las fundadoras del movimiento. La proximidad de ese entorno comprometido y militante irá concienciando a la joven en la causa sufragista, que reclama el derecho al voto para las mujeres. La desobediencia civil, la estrategia política, el aprendizaje de la acción directa y la reivindicación a pie de calle van a dictar la trayectoria feminista de Sally, que no dudará en enfocar su vida como una carrera de obstáculos pero también de grandes logros para las generaciones futuras. Mary M. Talbot, Kate Charlesworth y Bryan Talbot construyen una historia apasionante sobre la lealtad, el coraje y la dignidad de un grupo de mujeres que lograron abrir, en el ámbito laboral, social y educativo, una serie de puertas que habían estado siempre cerradas.


Pin-ups perfumadas de costumbrismo sexy, pero también de fantasía, horror y ciencia ficción. Evocadores paisajes próximos al ambiente steampunk y desolados parajes de especulación apocalíptica. Bellezas guerreras de tiempos remotos y scream queens en entornos futuristas.

Las chicas de Atilio es un espléndido catálogo de anatomías femeninas salidas del lápiz de Atilio Gambedotti, conocido por álbumes como Cuatro amigas (Kiss Comix) y capaz de aunar en su estilo dulzura y perversión.

Un regalo para la mirada que también incluye abundantes bocetos y otro material inédito. Una oportunidad única para asomarse al universo gráfico de uno de los grandes especialistas en cómic e ilustración erótica de nuestro tiempo.

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